Reparación de estructuras históricas: la recuperación del Puente Deba-Mutriku
Soluciones de reparación estructural del puente que integran tradición con ingeniería avanzada
Los puentes no solo son infraestructuras funcionales que conectan territorios, sino también símbolos de unión y cohesión social que resisten el paso del tiempo. Cuando hablamos de estructuras históricas, su valor trasciende lo técnico y se proyecta hacia lo cultural, lo artístico y lo identitario.
Para su conservación, es necesario aportar soluciones que integran tradición con ingeniería avanzada. Un claro ejemplo de ello es el proyecto de reparación estructural del Puente Deba-Mutriku, una intervención galardonada con el Premio Europeo de Patrimonio/Europa Nostra 2023, que reconoció esta obra como un magnífico ejemplo de ingeniería civil.

Puente Deba-Mutriku
Historia y contexto
Construido en 1866, este puente de piedra representó en su época un hito de la ingeniería y la funcionalidad. Además de su importancia estructural, tiene un gran valor patrimonial al formar parte del Camino de Santiago, conectando Gipuzkoa con Bizkaia en la etapa de Deba a Markina-Xemein.
Su diseño incluía soluciones ingeniosas para la época, como una pila giratoria que permitía el paso de embarcaciones. Sin embargo, el paso del tiempo, la acción del entorno y un enemigo inesperado —los bivalvos xilófagos que atacaron su cimentación— provocaron el colapso parcial de la pila número dos en julio de 2018, descendiendo 20 centímetros aguas arriba y 70 centímetros aguas abajo, con la consiguiente rotación de pila y tablero y dejando al puente al borde del derrumbe.

Colapso del puente debido a la acción de bivalvos xilófagos en la cimentación
Ingeniería efímera en acción: la clave de la intervención
La emergencia planteaba un reto inédito: asegurar un puente histórico inestable sin poder trabajar bajo él. Fue entonces cuando entró en juego la ingeniería efímera, esa rama invisible de la ingeniería civil que, mediante medios auxiliares temporales, hacen posible lo imposible.
Tras el colapso parcial del puente, la primera fase de intervención consistió en la evaluación de los daños y la búsqueda de soluciones que permitieran su estabilización sin comprometer la integridad del resto de la estructura. El desafío era innovar combinando la tecnología existente con nuevas aplicaciones en un entorno complicado, como el de la desembocadura de una ría que presenta mareas con cuatro metros de carrera y terrenos lodosos.
Una de las propuestas iniciales fue el uso de lanzadores de vigas, pero las condiciones del medio y los espacios disponibles, en un entorno puramente urbano, imposibilitaron esta solución. La principal preocupación era encontrar puntos de apoyo seguros, ya que la pila número dos estaba completamente inservible y la número uno era poco confiable.
Fue entonces cuando se desarrolló una solución innovadora: sostener el puente desde arriba, en lugar de desde abajo. Para ello se diseñó la cimbra autolanzable CA55, una macroestructura metálica de gran capacidad que normalmente se emplea en vanos de 40 a 60 metros en puentes modernos, desde la que se suspendieron unos paños de encofrado modulares mediante un conjunto de barras Dywidag. Adaptada a este proyecto, se apoyó en las pilas uno y tres previamente reforzadas con micropilotes, y necesitó para su instalación de otro elemento auxiliar, una Cimbra OC de apoyo adicional, creando así una “estructura dentro de la estructura” capaz de estabilizar el puente y permitir trabajar con seguridad. Este planteamiento debía ser válido tanto para la fase de emergencia como para la posterior reconstrucción, integrando en un solo sistema seguridad, versatilidad y capacidad de carga.

Cimbra autolanzable CA55 apoyada sobre pila P1 y pila P3.

Cimbra autolanzable CA55 sobre torres de cimbra OC y con andamio multidireccional instalado.
Seguridad y precisión en la obra
La magnitud del proyecto exigía un sistema altamente coordinado:
- Barcazas modulares: permitieron colocar paños de encofrado bajo el puente sin que los operarios trabajaran en zonas de riesgo.

Colocación de los paños de enconfrado bajo el puente.
- Barras Dywidag: más de 100 barras de 25 mm y 15 mm dispuestas radialmente, capaces de soportar, suspender y regular la carga de todo el puente, con pesajes y ajustes en tiempo real.

Abanicos de barras de Dywidag de suspensión de los encofrados.
- Polipastos eléctricos y puente grúa: facilitaron el izado controlado de los paños de encofrado y las dovelas de hasta 500 kg, industrializando una tarea que antes habría sido artesanal.

Polipastos eléctricos de izado de los paños.
- Andamio multidireccional BRIO: además de servir como soporte auxiliar, permitió construir una pasarela peatonal temporal dentro de la cimbra, asegurando el paso de peregrinos y vecinos durante toda la obra.

Escalera auxiliar de acceso peatonal y pasillo de la pasarela peatonal por el interior de la autocimbra.
En este vídeo puedes conocer el contexto, los retos y la fase de emergencia de la reparación estructural del Puente Deba-Mutriku.
Deconstrucción y reconstrucción del puente
Una vez estabilizado, comenzó la fase más delicada: el desmontaje controlado de los arcos dañados.

Proceso de vaciado y retirada de tímpanos.
- Se retiraron las dovelas una a una, numeradas y catalogadas (más de 1.200 piedras, de las que se recuperó el 90% mediante el proceso conocido como anastilosis), ajustando la presión en las barras hasta descargar por completo la bóveda.

Roscas exentas y puente grúa para la manipulación de dovelas.
- El momento más simbólico fue la retirada de la clave, que marcó el instante en que el arco dejó de trabajar y la cimbra pasó a sostener 100% el peso del puente. Esta operación requirió una coordinación milimétrica y un control total de la tensión en cada una de las barras de soporte.

Momento de apertura de la clave y extracción completa de las dovelas.
- Como ensayo previo, se realizó un montaje en blanco en una cimbra auxiliar, donde se probaron encajes y morteros antes de reconstruir el arco definitivo. Un espacio de experimentación que minimizó imprevistos, aseguró la calidad de la reconstrucción y validó la viabilidad del método antes de aplicarlo sobre el puente real.

Colocación de dovelas en el montaje en blanco.
La fase final consistió en la recolocación de las dovelas en su posición original, asegurando la geometría mediante el sistema de barras ajustables. El hallazgo de marcas antiguas en algunas piedras demostró la continuidad lógica entre los constructores del siglo XIX y los ingenieros actuales.

Tesado de las barras y elevación de los encofrados a la nueva posición corregida.
Por último, el descimbrado. La liberación de cargas debía ser simétrica y controlada, con varios equipos trabajando en paralelo sobre las barras de acero accionadas con cilindros hidráulicos. En noviembre de 2021, el arco volvió a entrar en carga, lo que significaba que los medios auxiliares ya no eran necesarios y la cimbra autolanzable se desmontó, devolviendo el protagonismo al puente ya restaurado y plenamente operativo.

Desmontaje de la cimbra autolanzable sobre torres de cimbras OC auxiliares.
La importancia de lo efímero
El proyecto del Puente Deba-Mutriku demuestra que la ingeniería efímera, aunque desaparece tras la obra, es decisiva para preservar el patrimonio. Sin los medios auxiliares diseñados por ULMA, no habría sido posible estabilizar, desmontar y reconstruir esta joya del siglo XIX.

Estado final del Puente Deba-Mutriku tras su reparación.
La obra fue reconocida internacionalmente con el Premio Europa Nostra 2023, un galardón que pone en valor la capacidad de la ingeniería civil para unir tradición e innovación, técnica y cultura.
Los protagonistas de la rehabilitación cuentan en el siguiente vídeo en qué consistió la fase de reconstrucción, la relación de ULMA con nuestros clientes durante el proyecto y la consecución de ese reconocimiento internacional.
ULMA, experiencia y compromiso en proyectos de conservación patrimonial
La rehabilitación de estructuras históricas requiere algo más que soluciones técnicas; exige sensibilidad hacia el valor patrimonial y la capacidad de innovar con seguridad.
En ULMA Construction ponemos a disposición de cada proyecto nuestro conocimiento, nuestras soluciones de andamio y encofrado, y un equipo de profesionales que comparten el objetivo común de hacer posible lo imposible para preservar lo irremplazable.
Consulta nuestros servicios y descubre cómo podemos ayudarte a ejecutar con éxito tus proyectos de rehabilitación y conservación patrimonial.